En lo corrido de 2010, más de 7.500 personas se han desplazado masivamente huyendo de los combates entre grupos armados. Además, al menos 20 menores de edad han resultado heridos o muertos en medio de confrontaciones armadas hasta la fecha. Estas cifras evidencian serios vacíos de protección y la necesidad de urgentes medidas para garantizar los derechos de la población civil en medio del conflicto armado.
El Charco, Costa Pacífica de Nariño
El 2 de agosto, dos niños resultaron heridos durante los fuertes combates que se registran entre la Infantería y las FARC en zona rural de El Charco. Más de 300 personas de las veredas Bolita y Salto Magdalena que se encontraban en medio de los combates iniciaron su desplazamiento hacia veredas cercanas.
De acuerdo con información de la Fundación Rostros y Huellas del Sentir Humano, los dos niños fueron alcanzados por esquirlas de balas durante el desplazamiento y murieron mientras eran trasladados a Tumaco para recibir atención médica. De acuerdo con información recibida por OCHA, 332 personas llegaron a las veredas de Magdalena y El Castigo. CICR y MSF están prestando asistencia humanitaria.
Desde 2007, se han venido presentando desplazamientos masivos por combates en la misma zona. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y las organizaciones humanitarias con presencia en la zona, la situación en El Charco, habitado en su mayoría por población indígena y afrocolombiana, se configura como una crisis humanitaria que se manifiesta en inseguridad alimentaria, restricciones a la movilidad y continuos desplazamientos masivos, en un contexto de pobreza y desigualdad.
El Charco es el cuarto municipio con mayor número de población desplazada del país, con más de 18.000 personas registradas como desplazadas desde 2007, según cifras de Acción Social.
Caloto, Norte del Cauca
Cerca de 380 indígenas Nasa se desplazaron en el resguardo indígena de Huellas, en Caloto el 2 de agosto. De acuerdo con su tradición y acciones de auto-protección, la población se reunió el sitio de asamblea permanente (la escuela) para resguardarse de los combates.
En comunicado público del 2 de agosto, la Asociación Indígena
del Norte del Cauca (ACIN) denunció que las balas y los artefactos explosivos impactaron en las escuelas, las viviendas y los cultivos. ACIN también denunció la posible existencia de minas antipersonal en la vía principal que comunica con el municipio de Corinto, a la altura de la comunidad de Pílamo.
Las clases fueron suspendidas y algunas familias dejaron de ir a sus fincas por temor a los enfrentamientos. Desde el mes de mayo se han venido registrando desplazamientos intermitentes de las comunidades indígenas de Caloto, Toribío y Totoró como consecuencia de los fuertes combates que se registran en la zona. Las confrontaciones han dejado también víctimas civiles, algunas de ellas menores de edad.
Tierralta, Sur de Córdoba
El 3 de agosto se registró un nuevo desplazamiento masivo en zona rural de Tierralta, el segundo del año.
Acción Social reportó que 59 familias (cerca de 300 personas) se desplazaron desde la vereda Chica, hacia las veredas de El Guácimo, Las Pailas y Los Guayabos, huyendo de los hostigamientos por parte de grupos armados ilegales en la zona.
Las personas en situación de desplazamiento se encuentran albergadas por las comunidades receptoras. De acuerdo con información preliminar, algunas familias se habrían desplazaron hacia el casco urbano.
En el sur del departamento de Córdoba se registran serios vacíos de protección por las continuas presiones y ataques contra la población civil por parte de grupos armados ilegales entre las que se cuentan masacres, reclutamiento forzado de menores, violencia sexual y continuos desplazamientos.
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