miércoles, 27 de octubre de 2010

Padre de menores asesinados en Tame insiste en responsabilidad del Ejército en el triple homicidio

Hallan sangre en morrales de militares investigados en Arauca

Niñas y adolescentes de Arauca víctimas del conflicto armado

Indígenas, campesinas y desplazadas de Arauca, son víctimas sistemáticas de violaciones a sus derechos, consecuencia del conflicto armado que azota la región.

Escrito por Humanidad Vigente

En abril de 2010 se registró el caso de una niña violada por un soladado de la Brigada 18 y otra niña asesinada en Arauquita, a los que se suma la desaparición, presunta violación y asesinato de otra jóven de 14 años el pasado 14 de octubre, en hechos sucedidos fuera de combate a plena luz del día y sobre el cual avanzan lentamente las investigaciones.

En el marco del Proyecto Aporte al Bienestar Integral de las Niñas Rurales, apoyado por la Unión Europea, las niñas araucanas manifiestan que viven en constante temor de que suceda un enfrentamiento y ellas queden en medio del fuego cruzado, ya que el Ejército suele instalar sus campamentos muy cerca de los caseríos. Igualmente, otra de las principales afectaciones para la vida de las niñas y jóvenes es el constante enamoramiento o peor aún, acoso sexual por parte de los militares y demás grupos armados.

Humanidad Vigente reitera el rechazo a las expresiones de violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes del departamento de Arauca. Y advierte, que la práctica de violencia sexual como arma de guerra se ejerce ampliamente en esta zona del país, por parte de bandas criminales, grupos militares reagrupados e incluso por miembros de las Fuerzas Armadas.

Ante el más reciente hecho, en el que una jóven de 14 años apareció asesinada junto a sus dos hermanos menores en una fosa común a 300 metros de su casa y a 100 metros de un campamento militar, en la vereda Caño Temblador, del municipio de Tame, exigimos a las autoridades realizar las investigaciones necesarias que conduzcan a la verdad, la justicia y la reparación integral.

Humanidad Vigente tiene conocimiento de la información recogida por la Misión Humanitaria organizada por la misma comunidad y que visitó el lugar de los hechos donde fueron tomadas fotografías que evidencian que cerca a la fosa fueron encontrados alimentos de campaña militar, así como, testimonios de campesinos que aseguran que días anteriores, los militares se acercaron varias veces a la casa donde se encontraban los menores a preguntar por el padre.

Humanidad Vigente repudia este hecho atentatorio contra la vida e integridad de niñas y niños campesinos, y conmina a las autoridades del Estado colombiano a que en este y los demás casos en los cuales se presuma la responsabilidad de sus agentes en actos violatorios de los derechos humanos, den cumplimiento a las recomendaciones que instancias internacionales como el Comité sobre los Derechos del Niño, han establecido en especial, frente a la investigación seria, imparcial y sin demora, de los crímenes que atentan contra la niñez en el país, en el marco de la obligación de prevenir la impunidad; así como a lo establecido en las recomendaciones formuladas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informe sobre la violencia y la discriminación contra la mujer en el conflicto armado en Colombia (2006).

De igual manera, Humanidad Vigente se une a la solicitud de garantizar las condiciones de seguridad y protección de quienes han decidido atestiguar en estos casos.

Una adolescente de 14 años y sus dos hermanos menores asesinados en Arauca

Los tres hermanos de 14, 9 y 6 años, desaparecieron de su casa, donde los había dejado su padre para ir a trabajar en una finca cercana, el jueves 14 de octubre de 2010. Tres días después fueron encontrados por campesinos de la región que atendieron el llamado de búsqueda de la familia y las autoridades. 
 

Los cuerpos fueron encontrados con signos de tortura, estrangulamiento y heridas de arma blanca, en una fosa a 300 metros de su casa en la vereda de Caño Temblador donde el campesino José Álvaro Torres había reportado la desaparición de sus hijos ante las autoridades locales y a la Defensoría del Pueblo.

Las víctimas fueron identificadas como Jenny Torres, de 14 años; Jimmy, de 9, y Jeferson, de 6.

Según relató el padre de los menores, dejó en su finca a la niña y sus niños para ir a trabajar a otra finca cercana y a las 2 de la tarde aproximadamente, tras varios intentos de contactarlos vía celular sin encontrar respuesta, regresó inmediatamente a la vivienda pero su hija y sus hijos ya no estaban.

Que investiguen presunta responsabilidad de militares

Representantes del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos – CPDH, maestras y maestros de la Escuela donde asistían los tres hermanos, líderes sociales de Tame y el diputado Ferney Tique, presidente de la Comisión de Paz y Derechos Humanos de la Asamblea, realizaron una visita de verificación la fosa y recogieron testimonios de campesinos testigos que vinculan a militares con lo sucedido.

Según lo denunció el mismo Diputado Piqué en la radio local, al parecer, militares que acampaban cerca, violaron a la niña y al percatarse de que los hermanitos se dieron cuenta, asesinaron y enterraron a los tres menores.
Ante las denuncias públicas hechas por el diputado, el General Neira, comandante de la Brigada 18 que opera en la Zona, llamó a la emisora a calificar de "juego de la guerrilla" las denuncias hechas por la Misión Humanitaria que trabaja por el esclarecimiento de lo sucedido.

Otros miembros de la Misión Humanitaria que visitó el lugar, contaron a Humanidad Vigente, que la hipótesis de violación toma fuerza, ya que el cuerpo de la joven fue encontrado semidesnudo y con heridas de arma blanca en la espalda.

Por su parte, Martín Sandoval del CPDH, señaló que en los últimos 20 días la comunidad de Tame y veredas aledañas han denunciado cerca de 2 casos de mujeres violadas y la aparición de grafitis intimidantes firmados por las Aguilas Negras.

En un comunicado emitido el 17 de octubre, el Cpdh señala que "una patrulla del Ejército Nacional, del Batallón 45 Brigada Móvil número 5 pertenecientes a la Octava División del Ejército Nacional, el 8 de octubre y durante los días posteriores se acantonó en el sector visitando en dos ocasiones a los niños preguntándoles por su padre, el sitio donde acampó por varios días la patrulla militar, estaba a 100 metros aproximadamente de la fosa común".

Igualmente, cerca de seis mil personas se movilizaron el martes 19 de octubre por las principales calles de Tame en solidaridad con la familia afectada y en repudio a los sucedido, pues en general reina un ambiente de temor frente a la presencia de actores armados, incluyendo al Ejército Nacional.
La gran marcha que se realizó en la mañana, caminó desde la entrada del pueblo, hasta el parque principal donde se realizó una protesta pacífica. Posteriormente se dirigieron a la Iglesia donde se efectuó un misa en honor a Jenny, Jimmy y Jeferson.

La comunidad agradeció la presencia del Comité Internacional de la Cruz Roja-CICR, a la vez que hizo un llamado a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos para que presionen a que la investigación se adelante bajo los mandatos de la rapidez y transparencia, teniendo en cuenta la presunta responsabilidad de miembros de las Fuerzas Armadas.

Humanidad Vigente repudia este hecho atentatorio contra la vida e integridad de niñas y niños campesinos, y conmina a las autoridades del Estado colombiano a que en este y los demás casos en los cuales se presuma la responsabilidad de sus agentes en actos violatorios de los derechos humanos, den cumplimiento a las recomendaciones que instancias internacionales como el Comité sobre los Derechos del Niño, han establecido en especial, frente a la investigación seria, imparcial y sin demora, de los crímenes que atentan contra la niñez en el país, en el marco de la obligación de prevenir la impunidad; así como a lo establecido en las recomendaciones formuladas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informe sobre la violencia y la discriminación contra la mujer en el conflicto armado en Colombia (2006).

De igual manera, se une a la solicitud de garantizar las condiciones de seguridad y protección de quienes han decidido atestiguar en el presente caso.




jueves, 14 de octubre de 2010

"Una persona no puede empujar a un elefante, pero muchas sí"

La guerra deja a algunas personas enfermas por la ira o por el miedo. Otras se ponen violentas o sólo buscan revancha. Hay pocas como Rose Mapendo, sobreviviente de la guerra de República Democrática del Congo, quien trabaja por la paz y la reconciliación.



“Una persona no puede empujar a un elefante, pero muchas sí”, señaló Mapendo ante un grupo de mujeres que miraban el filme documental “Pushing the elephant” (Empujando al elefante), presentado en el Festival de Cine Internacional de Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York en el Teatro Walter Reade de la Sociedad Cinematográfica del Lincoln Centre.

El esposo de Mapendo fue asesinado en el conflicto que asoló a ese país africano a fines de los años 90. Vivió angustiosas situaciones en campamentos de refugiados con nueve hijos. Incluso, tuvo mellizos que nacieron en la oscuridad de su refugio precario. Ni siquiera podía encontrar un implemento limpio para cortar el cordón umbilical.

Por: Periodismohumano.comhttp://periodismohumano.com/culturas/una-persona-no-puede-empujar-a-un-elefante-pero-muchas-si.html
Nangabire, su hija de cuatro años, estaba con sus abuelos cuando la familia debió escapar y permaneció separada de su madre.

Las cineastas Beth Davenport y Elizabeth Mandel supieron de la historia de Mapendo cuando conocieron a uno de los fundadores de Mapendo International, una organización que ayuda a refugiados africanos y que tomó su nombre de la mujer tutsi.